GARFIELD: LA PELÍCULA
(Garfield: The movie)

Dirección: Peter Hewitt.
País:
USA.
Año: 2004.
Duración: 75 min.
Género: Comedia, animación.
Interpretación: Breckin Meyer (Jon), Jennifer Love Hewitt (Dra. Liz Wilson), Stephen Tobolowsky (Happy Chapman/Walter J. Chapman), Evan Arnold (Wendell), Mark Christopher Lawrence (Christopher Mello), Eve Brent (Sra. Baker), Bill Hoag (Roy), Michael Monks (Hopkins), John F. Schaffer (Larry).
Guión: Joel Cohen y Alec Sokolow; basado en los personajes creados por Jim Davis.
Producción: John Davis.
Música: Christophe Beck.
Fotografía:
Dean Cundey.
Montaje: Peter Berger.
Diseño de producción: Alexander Hammond.
Dirección artística: Suttirat Anne Larlarb.
Vestuario: Marie France.
Estreno en USA: 11 Junio 2004.
Estreno en España: 1 Septiembre 2004.

SINOPSIS

La vida no podría ser más dulce para Garfield, el gato al que todos adoran. Apalancado es un confortable sofá delante de la televisión, zam-pándose un buen trozo de lasaña (su comida favorita) y lanzando pullas a su angustiado dueño, Jon (Breckin Meyer), Garfield se siente el dueño de su mun-do. Cuando Jon lleva a Garfield a la consulta de la guapa veterinaria Liz Wilson (Jennifer Love Hewitt), ésta le endosa a Jon una entu-siasta y jadeante criatura que menea animosamente la cola, y re-presenta todo lo que Garfield odia en la vida. Garfield conoce así a Odie, un perro adorable y no demasiado inteligente. El bromista ga-to, por primera vez en sus siete vidas, se queda sin habla. El inge-nuo Odie se intenta coger la cola hasta que termina por marearse, se choca contra las paredes y ladra sin motivo; todo para irrefrena-ble deleite de Jon, quien acoge a Odie en su casa lleno de ilusión. Odie pone el mundo perfecto de Garfield patas arriba. La solución de Garfield: Fuera, maldito chucho. Cuando el infeliz can desapare-ce en las malvadas garras de la celebridad local Happy Chapman (Stephen Tobolowsky), podría uno pensar que Garfield se iba a que-dar en la gloria. Pero, para su desgracia, se siente responsable del destino ajeno. Con una inusual e inopinada energía, mucho coraje y una gran generosidad, Garfield logra abandonar su perezosa vida y ponerse en acción. Se encuentra en la más improbable de las mi-siones imposibles: Salvar a Odie.


CÓMO SE HIZO "GARFIELD: LA PELÍCULA"
Notas de producción
© 2004 Hispano Foxfilm

  Garfield, el personaje más popular de las tiras del cómic, está a punto de convertirse en toda una estrella del celuloide. El gato que nos dio frases célebres como “Me encantarían las mañanas si empezaran más tarde” o “Prefiero ponerme las botas que hacer ejercicio” protagoniza una película de acción real e imágenes creadas por ordenador; una adaptación de las tiras de cómic que 260 millones de lectores pueden leer en 2.600 periódicos de todo el mundo. Garfield, por fin, cuenta con una historia épica a la altura de su ego, el cual cabe a duras penas en la gran pantalla.

  Para el productor John Davis, entre cuyos muchos éxitos en películas para todos los públicos figuran “Doctor Dolittle” y “Papá canguro”, era algo natural hacer que GARFIELD cobrara vida en la gran pantalla. “Ya era hora de que Garfield se convirtiera en una gran estrella del cine”, dice Davis. “Es perezoso, divertido, caprichoso y tiene actitud. No importa si tienes cinco años o cincuenta; todo el mundo puede verse identificado con él de alguna u otra forma”.

  Durante varios años, Davis, junto con el coproductor Brian Manis, persiguieron de manera obstinada al creador de Garfield, Jim Davis (con el que John Davis no guarda ningún parentesco), con el objetivo de hacerse con los derechos para hacer una película de Garfield.

  Jim Davis, tras veinticinco años dibujando y haciendo los textos de la tira cómica de Garfield, decidió que era el momento de llevar su creación a la gran pantalla. “Siempre he tratado a Garfield como si fuera un gato de verdad”, dice Davis. “Existe de verdad tal y como lo hace en mi cabeza. Y la nueva tecnología puede por fin hacer que cobre vida en su auténtica forma”.

  Jim Davis y John Davis querían ser fieles a la esencia de Garfield, la cual ha hecho de él un nombre muy conocido durante veinticinco años. “Creo que Garfield es popular entre la gente de todas las edades por varias razones”, afirma Jim Davis. “Es un animal muy físico en lo que se refiere al humor, y eso es algo que le encanta a los niños. Los adolescentes se identifican con su susceptibilidad hacia todo lo que huela a autoridad; es en gran medida su propio gato. Y a un nivel adulto, mitiga nuestro sentimiento de culpa respecto a ciertas pequeñas debilidades que podemos tener, como la de comer en exceso, dormir demasiado, no hacer el suficiente ejercicio o carecer de cualquier motivación. Tiene el coraje de decir y hacer un montón de cosas que nosotros no podemos hacer ni decir. Así que habla un poco en nombre de muchos de nosotros”.

  De hecho, Davis admite: “Soy un treinta por ciento Garfield – No hago ejercicio, me encanta la lasaña y me gusta relajarme –; el otro setenta por ciento restante de mí incluye al personaje de Jon, el dueño de Garfield. Soy un soñador y buceo en mis experiencias con las chicas en la universidad para explicar los fracasos amorosos de Jon”.

  Con los codiciados derechos para hacer una película de GARFIELD ya asegurados, John Davis se puso en contacto con el equipo de guionistas formado por Joel Cohen & Alec Sokolow (“Toy Story”, “Doce en casa”) para que escribieran el guión.

  Cohen señala que gran parte del atractivo de Garfield descansa en sus neurosis. “A Alec y a mí nos gusta contar las historias a través de las necesidades emocionales del personaje, o del gato, en este caso concreto”, explica. “Y si piensas en ‘Toy Story (Juguetes)’, ves cómo el maridaje entre la trama y las neurosis del personaje ayudan a hacer avanzar la historia. De forma similar, Garfield es como una ensalada de complejos y neurosis, lo que nos daba una maravillosa oportunidad para aprovechar todo eso y contar una historia a través de sus pulsiones”.

  Sokolow añade: “Garfield es una voz clásica del cómic. Es primitivo en sus deseos, no aguanta bromas de buen grado, y es seguramente el más honesto y humano de todos los personajes que pueblan su mundo. Para un guionista, eso es una gran fuente de inspiración. Mientras permanezcas fiel a los deseos primarios y apáticos de Garfield, es difícil que uno se equivoque”.

  Los dos guionistas se aventuraron en el territorio de Garfield – y en la casa de Jim Davis en Muncie, Indiana – para reunirse con el creador de GARFIELD y hablar de su personaje. “Jim fue una gran ayuda para nosotros porque tenía esta extraña capacidad para ver de forma inmediata en nuestro guión lo que es genuino de Garfield y lo que chirría”, afirma Sokolow. “Además, su humor es muy agudo con relación a lo que se estila en el Medio Oeste, pero es muy común según los estándares de la costa Este y la Oeste”.

  El siguiente paso para los dos guionistas, y para John Davis y Brian Manis, fue escudriñar en los veinticinco años de tiras cómicas de Garfield para crear la temática que se aborda en la película: la universal historia de una encarnizada rivalidad entre hermanos.

  “Garfield es el dueño de su universo, hace y deshace a su antojo, hasta que Odie llega a su vida y desbarata su mundo perfecto”, señala John Davis. “Como cuando se trata de un nuevo hermano pequeño, Odie es el centro de todas las atenciones. Garfield se siente desplazado y decide desterrarle de su vida. Pero cuando resulta que se pierde Odie, Garfield se da cuenta de que en realidad le encanta este pequeño colega. Así que este gato agorafóbico que controla hasta la saciedad su barrio y nunca se aventura más allá, tiene ahora que atreverse a sumergirse en este enorme, dañino e implacable mundo exterior para encontrar y salvar a Odie. Es un clásico porque hay un montón de elementos divertidos de la infancia y que inconscientemente provocan miedo con los que puedes trabajar”.

  En varias ocasiones a lo largo de la historia, Cohen y Sokolow tienen a Garfield rompiendo la cuarta pared: hablando directamente a los espectadores. “Nos dimos cuenta de que muchas leyendas de las películas cómicas utilizaban esta técnica, como los casos de Bob Hope, Danny Kaye o Groucho Marx. Ellos podían estar interpretando una escena y pararse de repente y decir algo completamente extemporáneo”, dice Cohen. “Vimos en esto una fantástica oportunidad para que Garfield comentara algo sobre el mundo y sobre otros personajes hablando directamente a los espectadores, pero sin tan siquiera salir de la escena”.

  Mientras se seguía trabajando en el guión, John Davis escogió a Peter Hewitt para dirigir la película tras haber quedado gratamente impresionado con la película de “The borrowers”, que Hewitt dirigió; una aventura sobre seres de diez centímetros de alto que luchan por salvar su hogar. “Me encantó la película, y sabía que Peter tenía la sensibilidad y la comicidad necesarias para GARFIELD. Peter tiene un gran sentido del humor, el cual aportó al proyecto, pero también quiso darle un cierto grado de realismo. Creo que esto es importante porque uno quiere que Garfield y su mundo cobren vida de una manera reconocible”.

  A Hewitt le encantaban el personaje y su mundo cinematográfico. “En el corazón de la película tenemos a este gato sarcástico y sardónico. Y él elimina de cuajo cualquier intento de almibaramiento lanzando esas fantásticas frases que tiene”, señala Hewitt.

  En la fase de pre-producción, Hewitt reunió a un equipo con el que hacer una película de dibujos de setenta minutos sobre la base del guión. “Hice toda la película mediante storyboards, la monté, usé actores para poner las voces a los personajes y añadí música y efectos sonoros”, recuerda Hewitt. “Esto nos dio una gran ventaja al poder ver la película desde el comienzo y ver lo que funcionaba, lo que podíamos eliminar y lo que deberíamos añadir”.

  Cuando se acercaba el momento de empezar la fotografía principal, los realizadores tuvieron que enfrentarse a una terrible cuestión: ¿Quién iba a poner la voz a Garfield? John Davis señala: “Buscábamos a alguien con un sentido cómico sarcástico, satírico, gráfico y brillante, y tuvimos la gran suerte de encontrar a la persona adecuada: Bill Murray, una leyenda de la comedia”. Jim Davis añade: “Bill Murray es hilarante. Tiene el empaque y la actitud adecuados para ser el gato. Fue la elección perfecta y es algo que no me podía haber hecho más feliz”.

  Los realizadores escogieron al actor Breckin Meyer para que interpretara a Jon Arbuckle, el amo de Garfield. “Breckin tenía el humor requerido y también representaba perfectamente a la ‘persona normal que tendría un gato’”, explica Hewitt.

  “A Jon no es que se le den precisamente bien las mujeres, así que tiene un gato”, dice Meyer. “Y también es el hombre recto de la historia. Él y Garfield son como Abbott y Costello o Martin y Lewis”.

  A Meyer no le resultaban ajenos Garfield y su mundo, tras haber crecido con la tira cómica. “Mi madre era una gran fan del cómic”, dice. “Cada Navidad la llevaba un regalo relacionado con Garfield, como un peluche o una figurita. Así que cuando conseguí el papel de Jon, puse enseguida un correo electrónico a mi madre con un dibujo de Jon y el siguiente mensaje: ‘Mira quién va a ser el siguiente personaje que voy a interpretar’. Estaba loca de contenta”.

  Meyer tenía un pequeño “trastorno” que podría haberle dado más de un problema, tanto a él como a la producción: Es alérgico a los gatos. Así es que estuvo encantado cuando supo que Garfield iba a ser creado por ordenador. “No les dije a los realizadores que soy alérgico a los gatos hasta el primer día de rodaje”, dice Meyer. “Pero dado que tenía que hacer algunas escenas dando la réplica a Nermal y a Arlene, los amigos felinos de Garfield (que son de carne y hueso), siempre había medicamentos para la alergia en el plató”.

  Jennifer Love Hewitt interpreta a la chica en la que Jon ha puesto sus ojos y su corazón, Liz Wilson, quien es también la veterinaria que atiende a Garfield. John Davis había trabajado ya con Hewitt en la comedia “Las seductoras”. “Es una maravillosa comedianta; es realmente carismática y es perfecta para dar la réplica a Breckin”, afirma Davis. “Surgía la química nada más ponerles el uno al lado del otro”.

  Peter Hewitt añade: “Era importante elegir a una pareja que transmitiera dulzura estando junta, pero también que tuvieran una fuerte presencia que pudiera ser recordada, de modo que cuando no estuvieran en pantalla no te olvidaras de lo que está pasando entre ellos también”.

  “Hay una atracción mutua entre Liz y Jon”, señala Jennifer Love Hewitt. “El verdadero papel de Liz en la historia es el de hacer que el corazón de Jon lata más fuerte cada vez que ambos están en la misma habitación. Así es que él se inventa las excusas más peregrinas para llevar a Garfield al veterinario”.

  Jennifer Love Hewitt, también, es fan de Garfield. “Crecí viendo los dibujos animados en la tele, y me impactaron mucho. Tenía un gran gato anaranjado al que quería llamar Garfield pero mi hermano se negó en rotundo y se salió con la suya. Y la primera vez que probé la lasaña fue gracias a Garfield”, dice.

  La actriz se sometió a varios cambios físicos para “meterse en el papel”. Dado que mi contraparte en la tira cómica lleva el pelo corto, Love Hewitt hizo lo mismo. “Me corté el pelo muy corto; nunca lo había llevado tan corto”, dice. “Mi nuevo corte de pelo moderno, las grandes pestañas postizas que resultaban de lo más coqueto y una ropa llena de colorido me dieron el espíritu propio de un verdadero personaje de cómic”.

  Stephen Tobolowsky encarna al malvado Happy Chapman, el presentador de un programa infantil bastante malo emitido por un pequeño canal de televisión por cable. “Happy sueña con lograr grandes cosas”, dice Tobolowsky. “Le gustaría estar en una televisión nacional, y se ve de algún modo ganando en el futuro un Premio Emmy®”.

  Un único papel no era suficiente para este versátil actor, así que también interpreta al hermano gemelo de Happy, Walter J. Chapman, un destacado locutor. “Happy tiene una terrible e insana rivalidad con él”, afirma Tobolowsky.

  Tobolowsky quería tener un lema especial para Happy, así que se inventó una. “Happy no tiene demasiadas luces, así que se crea un eslogan bien simple: ‘Sé feliz’, el cual recalco moviendo mi dedo índice. Pensé que sería fácil de recordar y sin grandes pretensiones. Es también un gran contrapunto para la maldad que esconde dentro de él”.

  También figura como parte del reparto el hombre sin el cual nada de esto hubiera sido posible: Jim Davis. Siguiendo una costumbre muy en boga en el actual Hollywood, Davis hace un cameo en la película: el de un pendenciero miembro del Raccoon Lodge.

  John Davis confió al veterano coordinador de animales Larry Madrid (“Dr. Dolittle”, “George de la jungla”, “102 dálmatas”) el entrenamiento de los miembros del reparto de cuatro patas. En un principio, los realizadores barajaron la posibilidad de que un gato de verdad interpretase a Garfield. “Encontré un gato que se le parecía un montón, pero no era tan voluminoso como él”, señala. “Ya había logrado con éxito poner un ‘traje de gordo’ a un gato en una anterior ocasión, y mi idea era hacer lo mismo con GARFIELD. Pero luego tomamos la decisión de recrearlo por ordenador”.

  Para el adorable perro Odie, el flagelo de la existencia de Garfield, Madrid tuvo en mente un perro desde el principio: Tyler, un perro mitad salchicha mitad cairn terrier. “Había trabajado ya con Tyler en otra película y pensé que sería perfecto para hacer de Odie, porque parece un perro de cómic con su largo cuerpo, sus patas cortas y sus expresivos ojos”, dice Madrid. “Pero Peter quería que le diera más realce, así que le cortamos el pelo y aligeramos su torso, mientras que las patas, las orejas, el hocico y la cola seguían siendo oscuros, lo que le da un porte realmente singular”.

  Una hermana de Tyler, Chloe, que es idéntica a él, ocupó su lugar en las escenas menos físicas, y le daba a su hermano un más que merecido respiro en determinados momentos del rodaje.

  Para su debut en la gran pantalla, Tyler tuvo que dominar algunos movimientos atléticos realmente exigentes, como en una gran secuencia de baile en un programa espectáculo canino. Ya sabía cómo saltar usando sólo las patas traseras, pero tenía que aprender a brincar en un sitio y luego girar en círculos, también sólo sobre sus patas traseras. El día en que hubo que hacer este número de baile Tyler estuvo a la altura del mejor Gene Kelly. De hecho, girar en redondo es ahora uno de sus pasatiempos favoritos. Tyler tuvo también que aprender a saltar hacia atrás. “Usamos un arnés para ayudarle en esta pirueta y asegurarnos de que su largo cuerpo podía soportarlo. “Y una vez más, lo hizo con gusto”, afirma la entrenadora de perros Kristy Campbell.

  Uno podría pensar que la parte física (como enseñar a uno de los gatos del reparto a empujar un monopatín con un pastel sobre él o a saltar en un cubo y moverlo cuatro metros permaneciendo dentro de él) podría haber sido todo un desafío para Madrid y los gatos. Pero estos ejercicios no fueron ni de lejos de tanta exigencia como enseñar a los gatos a quedarse sentados y con la mirada fija durante cierto tiempo. “Los gatos se aburren con facilidad, así que tienes que tenerles entretenidos lo bastante como para que tengan fija la mirada”, dice Madrid. “Y la mirada tiene que estar en la posición adecuada. Es mucho más complicado de lo que cabría esperar”.

  Madrid y su equipo también eligieron y adiestraron al gato de Happy Chapman, Persnikitty; a Luca, un doberman que interpreta al chico malo del barrio; y a cinco ratones que encarnan a Louis. Junto a estos “miembros del reparto”, había otros quince gatos, treinta ratas y treinta y cinco perros de diferentes razas.

  Para dar cumplida satisfacción a los especiales retos que planteaba rodar con tantos animales, la producción utilizó dos unidades rodando al mismo tiempo. La primera unidad era para los actores humanos y para Odie; la segunda era una unidad de animales.

  Lograr que GARFIELD tuviera la factura adecuada era tan importante como la elección de los actores. “Queríamos dar a la película un estilo visual lleno de vida”, dice John Davis. Para tal fin, el director de fotografía Dean Cundey, ASC; el diseñador de producción Alexander Hammond; y la diseñadora de vestuario Marie France dieron a GARFIELD un estilo visual que aunaba la fantasía con la realidad. “Nuestra apariencia fue la de un mundo de fantasía ligeramente realzado”, afirma Cundey. “Es un mundo real, pero que mira un poco hacia la tira cómica en lo tocante a las selecciones de color y a las superficies; no hay demasiada textura”.

  La lectura por parte de Hammond de incontables tiras cómicas de Garfield reveló que estaban compuestas de muy pocos elementos. “Hay algo muy del Medio Oeste en las tiras; tienen una apariencia muy poco complicada, son muy sencillas”, dice el diseñador de producción. “Tras leer el guión y hablar con Peter, permanecimos fieles a la tira cómica y simplificamos el aspecto de la película en general. La película se puede ver como hecha de sólidos bloques de color”.

  “También sabíamos que Garfield iba a ser naranja, así que decidimos que iba a ser el único objeto de ese color en la película”.
Hewitt y Hammond dividieron la película en tres facturas distintas. “La casa y el barrio de Garfield son sus dominios, donde se siente completamente cómodo y seguro”, dice Hammond. “Así que hicimos de su calle sin salida, rodada en los descampados de los Estudios Universal, una calle mágica y como de libro de cuentos: casas llenas de color con su porche delante, un césped perfectamente arreglado y frondosos árboles”.

  Cuando Garfield viaja a la gran ciudad (también rodada en los descampados de los Estudios Universal) para lograr encontrar a Odie, el diseño de Hammond refleja el hecho de que Garfield se encuentra totalmente fuera de su elemento.

  La diseñadora de vestuario Marie France dio al reparto un aspecto clásico. “Mi inspiración nació de los años cincuenta, una época más inocente”, dice France. “Las mujeres nunca llevaban pantalones, y nadie iba en vaqueros o con zapatillas de deporte. Liz lleva vestidos bonitos y sexys, pero responden a un determinado comportamiento: el propio de una mujer con carrera que trabaja profesionalmente fuera de casa. Para Jon, la diseñadora se alejó del tipo de vestido de la tira cómica (de cuadros y lunares) para darle un aspecto más a la moda y más favorecedor. De nuevo, nadie va de naranja. Ese color pertenece únicamente a Garfield”.

  La apariencia del personaje que da título a la película fue, desde luego, un elemento crucial. Peter Hewitt y el equipo de efectos visuales de la película estuvieron en contacto de forma regular con Jim Davis para conocer sus reacciones frente a la creación de un Garfield generado por ordenador. La colaboración de Davis se demostró de gran valor. “Jim ha sido como un padrino bondadoso para nosotros”, reconoce Hewitt. “Aunque no lo pidió, quisimos asegurarnos de contar con su bendición en todo lo que estábamos haciendo. Ha sido un gran integrante de este equipo”.

  Para que GARFIELD, el personaje protagonista, cobrara vida, se utilizó la tecnología más avanzada disponible en imágenes generadas por ordenador (CGI). “No pudimos encontrar un gato lo suficientemente entrenado que fuera lo bastante grande y gordo y pudiera pronunciar sus frases”, bromea John Davis, “así es que tuvimos que lograr un modo de usar la tecnología que nos sirviera para contar la historia. Y creo que una de las principales razones por las que Jim Davis consideró que había llegado el momento de que Garfield cobrara vida tras todo ese tiempo fue la de que la tecnología había avanzado mucho en los últimos años”.

  Dean Cundey, que cuenta con gran experiencia fotografiando películas en las que los efectos juegan un papel muy importante, como los casos de “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” y la trilogía de “Regreso al futuro”; el productor asociado y productor de efectos visuales John Kilkenny (“Daredevil”, “Dr. Dolittle 2”), el supervisor de animación Chris Bailey (“Mi gran amigo Joe”) y el equipo de efectos visuales de Rhythm & Hues (que había trabajado ya con John Davis en “Dr. Dolittle” y “Dr. Dolittle 2”), se unieron para crear al Garfield cinematográfico, infundiéndole los rasgos que son santo y seña de su físico en el cómic: su barriga, sus ojos saltones y su sonrisa dentona.

  Hewitt insistió en que Garfield resultara creíble y fuera fiel al personaje. “Por primera vez en su vida, Garfield tiene que caminar usando las cuatro patas, tiene que interactuar con los seres humanos y sus compañeros de reparto animal, y mostrar todo el humor y el modo de comportamiento que asociamos con la tira del cómic y, a pesar de todo eso, ha de hacernos creer que es un gato de verdad”, dice.

  Para crear el Garfield generado por ordenador, los realizadores practicaron primero con un muñeco (un Garfield de peluche de reemplazo a tamaño natural) para que el operador de cámara pudiera apreciar cuál iba a ser el lugar que iba a ocupar Garfield en una escena en un determinado momento, y los actores pudieran tener algo frente a lo que responder.

  Tras estos ensayos, se rodaron las escenas ya sin el muñeco o cualquier otro “señuelo” para dar a los artistas de los efectos visuales el espacio suficiente para situar al Garfield generado por ordenador. En el tercer paso de todo este proceso, se fotografiaba una esfera neutra gris, y a continuación una esfera brillante de espejos, exactamente en el lugar en el que al final iba a aparecer Garfield. Esto daba a los animadores una sensación de la dirección y la cantidad de iluminación que iba a incidir sobre él, para mostrar fielmente el reflejo de la luz en su piel o en sus ojos.

  El supervisor de animación Chris Bailey, que había trabajado en “La sirentita” y “El rey león”, estaba presente en el plató en las escenas de Garfield. Enseñaba al reparto cómo coger a un gato que no existía como si Garfield estuviera de verdad allí. “Es muy común al principio que los actores sostengan a un personaje invisible rígidamente o demasiado cerca o demasiado lejos de ellos”, dice Bailey. “Así que le di a Breckin un muñeco relleno de judías para que notara cierto peso. Luego le di un Garfield de peluche para que viera dónde apoyar el pecho y las caderas del gato”.

  Dan Deleeuw, de la empresa de efectos visuales Rhythm & Hues, estaba también en el plató para tomar las medidas exactas de los habitáculos, los muebles y las distancias entre dos puntos. Esto le permitía recrear los platós en su ordenador en las fases de post-producción y montaje.

  El periodo más atareado de la fotografía principal fue únicamente el primer paso dentro del laborioso y extenso proceso de hacer que Garfield cobrara vida en la gran pantalla. En los doce meses posteriores, los realizadores crearon, sin que se notara ninguna diferencia, una nueva dimensión del burlón gato usando la tecnología más avanzada en materia de imágenes generadas por ordenador.

  GARFIELD tiene más de 500 planos generados por ordenador, de los cuales 425 son del mismo Garfield. Los restantes planos animan las bocas de los “animales que hablan” en pantalla: Nermal, Arlene, Luca y Louis. (Odie no habla). “Al haber usado animales de verdad para estos papeles, sus hocicos han de crearse por ordenador, para que pudiéramos sincronizar luego la animación con el diálogo y añadir ciertas expresiones a sus caras”, dice Hewitt.

  Antes de que los semblantes de los amigos de Garfield fueran animados, Rhythm & Hues crearon un Garfield “biológico”, compuesto de huesos, músculos y color de ojos, que sirvió de modelo para el personaje animado final. Después de que Peter Hewitt hiciera un montaje inicial de la película, Rhythm & Hues escanearon el material para meterlo en el ordenador, y comenzaron a construir los personajes generados por ordenador partiendo de la información conseguida en el plató. Luego, recrearon los movimientos de cámara y la iluminación que se habían usado en el plató, para mezclarlos en última instancia con la animación.

  Finalmente, los actores grabaron las voces de los animales. “No hay ninguna voz provisional”, dice John Kilkenny, “porque la animación está medida fotograma a fotograma para la voz y las inflexiones del actor. También grabamos a los actores, de forma que pudiéramos incorporar parte de su lenguaje corporal a los personajes animales en pantalla. Incluso se pudieron emplear para la animación cosas tan sutiles como la forma en que el actor arquea las cejas o su sonrisa más característica, siendo al mismo tiempo fieles al personaje”.

  El supervisor de animación Chris Baily estuvo al frente de un equipo de más de cien especialistas en iluminación y efectos para animar el personaje de Garfield. “Supervisé el tempo cómico de Garfield, sus movimientos y sus sentimientos”, dice Bailey. “Cuando Garfield se inclina alocadamente al girar por el pasillo y su piel se agita con el movimiento o se le mueven los bigotes… ése fue el trabajo de Rhythm & Hues”.

  Tras dieciocho meses de fotografía principal y trabajo de post-producción y de efectos, Garfield hará finalmente su debut como estrella de carne y hueso. “Fue un gran esfuerzo conjunto del reparto, del equipo de realización y del equipo de efectos especiales”, dice John Davis. “Y todos ellos tenían una visión igual, hacer una película que resultara atractiva para los niños, los jóvenes y los adultos a diferentes niveles”. Pero quizás sea mejor citar al mismo Garfield a la hora de hablar de su debut en la gran pantalla, tras veinticinco exitosos años en las tiras de cómic y la televisión: “He observado que si esperas lo suficiente, al final todo termina por llegar”.

 

carteles de la pelicula

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